En un futuro, cada vez más
cercano, el campo estará tan despoblado, que los encargados de producir
alimentos serán unos pocos valientes aferrados a la agricultura, y sus
ayudantes. Unos ayudantes que no son de carne y hueso, más bien serán de acero,
cables y con ruedas. La robótica producirá los alimentos que comeremos en
el futuro.
Esta situación puede estar más cerca de lo que
pensamos. O no.
Lo que está claro es que ante el éxodo rural
existente, esos pocos valientes que hagan de la agricultura su profesión
necesitarán, no solo nuevas herramientas que optimicen su
trabajo, también necesitarán ayudantes. Unos ayudantes poco
humanos que les quiten/automaticen aquellas tareas más repetitivas.
Los robots pueden llegar a sustituir a las
personas en aquellas tareas automatizables, cómo ya se ha visto en
otros sectores como el automovilístico. O más cercano al mundo agrario: los
robots de packaging en la industria agroalimentaria.
Y desde aquel, ya lejano 1998, hasta ahora resulta
paradójico que, a la vez que se vacía el mundo rural de savia nueva (el ansiado
relevo generacional parece no llegar nunca), los centros de investigación de
todo el mundo se han lanzado a idear robots específicos para la agricultura y
ganadería, “para hacer más fácil el trabajo al agricultor”.
Queda claro que estamos ante un segmento del AgTech en
expansión. Como analiza el portal Research and Markets, el
mercado de la robótica en agricultura crecerá un 11,6% en la próxima
década, llegando a los $28.300 millones (25.143 millones de €). Sin
embargo, como toda nueva tecnología que aparece, hay que analizarla, ya que “no
todo el monte es orégano”.
VENTAJAS DE LA ROBÓTICA EN AGRICULTURA
·
Aumento de la productividad
agrícola. Está claro que toda nueva tecnología orientada a la
agricultura va a provocar un aumento de la productividad por hectárea. Y la
robótica jugará este papel. Al automatizar tareas, realizarlas con precisión y
sin descanso (salvo para cargar las pilas), permitirá al agricultor atender
otras gestiones o tareas manuales de la explotación.
·
Menos mano de obra, pero más
profesionalizada. Estamos hablando de robots, componentes electrónicos
y engranajes, que necesitan un mantenimiento y una puesta a punto. Y para solucionar
esto hay dos caminos: nuevos puestos de trabajo encaminados a dar ese soporte
al agricultor; o una mayor profesionalización de esté, que deberá aprender a
reparar y “mandar” al robot a través de su software.
·
Automatizar la explotación.
Aquellos productos, por ejemplo, más sensibles a las horas de calor, podrán ser
recolectados en la madrugada dejando programado a estos “ayudantes”. Así como
poder recolectar en el óptimo momento de maduración, etc.
·
Ahorro de insumos.
Los robots están equipados con una multitud de sensores. Algunos han sido
diseñados para analizar posibles necesidades nutricionales, hídricas o
enfermedades en los cultivos, de forma precisa y parcelando el “daño”, lo que
permitiría ajustar las dosis de agroquímicos o riego utilizadas.
DESVENTAJAS DE LA ROBÓTICA EN AGRICULTURA
·
Menos dependencia del factor
humano. Este factor también aparece en ventajas, pero bien
analizado es un arma de doble filo. Si sustituimos muchos puestos de trabajo
del sector agrícola a pie de campo, el medio rural tenderá a desaparecer. Se
perderán población rural que ayuda a gestionar el entorno de manera sostenible.
·
Aumento de niveles de seguridad
en explotaciones. No podemos olvidar que estamos trabajando con
máquinas, y aunque están muy afinadas y poseen mecanismos de alerta para parar
en caso de accidente, las explotaciones agrícolas deberán aumentar sus niveles
de seguridad para evitar posibles lesiones a los agricultores. Más aún cuando
los robots trabajan en invernaderos.
·
Cambio de paradigma.
Los alimentos, productos naturales que se obtienen a partir de suelo, agua y el
trabajo del agricultor, pasarían a ser producidos por seres inertes. Lo que
puede llevar a choques sociales: dos agriculturas totalmente enfrentadas, la
ecológica-tradicional y la robotizada (aunque esto ya lo estamos viviendo con
otros actores).
·
La tecnología falla.
Por mucho que hablemos de precisión y eficiencia, no debemos olvidar que hablamos
de tecnología que pueden fallar o estropearse. Llegado el caso, solo el
agricultor con experiencia podrá hacer frente al trabajo de campo, ya que lo ha
estado haciendo durante toda la vida.